Mi última entrada del año es un pequeño reconocimiento a personas, grupos y eventos que se han destacado positiva y negativamente en 2024. Aunque siempre es un ejercicio subjetivo, les transmito mis razones para la selección de los mismos.
Persona del
año destacado positivamente.
Considero que el
tecnócrata Andrés Vecino, por su ardua e incansable lucha por la defensa del
sistema de salud merece el reconocimiento. Lleva varios años realizando esta
labor, predicaba solo mientras el resto de académicos y tecnócratas vivían una “luna
de miel con el gobierno”. Ha participado en diversos espacios, presenciales,
virtuales, académicos, políticos, entre asociaciones de enfermos, asociaciones
de hospitales, gremio de EPS, etc.
Aunque este
reconocimiento es algo pequeño, espero que reciba algo de mayor valor en un
futuro cercano, independientemente de los resultados de la reforma del sistema
de salud.
Personajes del
año destacadas negativamente.
En este caso
selecciono a dos personas.
1. Álvaro Uribe Vélez.
Lamentablemente el expresidente parece priorizar, quizá en demasía, su proceso
penal, y puede que esté afectando su acompañamiento y dirigencia en el partido
Centro Democrático. Es el ejemplo totalmente contrario a lo que hizo el
Presidente Donald Trump en Estados Unidos, quien sabiamente supo ponderar el
peso de los procesos judiciales en su contra con su labor política.
2. Alejandro
Gaviria. El tecnócrata y político sigue sin demostrar la humildad de reconocer sus
errores, y en su lugar sigue posicionándose en un podio de superioridad, ganado
en otras esferas diferente a la política, para torpedear la imagen y precandidaturas
de otras personas.
Grupo del año.
Nuevamente un
reconocimiento compartido.
1. El grupo de “Nación
Sabrosa”: un trío de jóvenes influenciadores liberales colombianos, quienes
desde diversos espacios han presentado críticas en contra de las reformas
sociales del gobierno.
Hacen un trabajo
inmenso para explicar de forma simple las complejas consecuencias económicas de
las decisiones del gobierno.
Ojalá se abran a
un diálogo con otras concepciones de libertad, como la libertad como no
dominación y el republicanismo en general, para potencializar su mensaje, que,
si solo se queda en lo económico, lamento que no tendrá mayor impacto del que
ya tienen.
2. La selección
Colombia de Baloncesto: luego del cambio del técnico y la convocatoria de algunos
nuevos jugadores se ha observando un cambio significativo y se ha logrado los
más grandes triunfos del baloncesto local en las clasificatorias para la Ameri
Cup. Se le ganó a Chile de visitante y a Venezuela de Local, lo que a mi
parecer ha sido la victoria más grande en la historia del baloncesto masculino
del país, pues si bien anteriormente se le había ganado a Argentina “B-C” y a Brasil
“ya con todo definido en la clasificatoria a las olimpiadas”, estas victorias son
mucho más significativas que las obtenidas en el pasado.
Eventos del
año:
Dos
acontecimientos merecen el premio:
1. La reforma judicial
en México: evento que finalizó un proceso de transformación en la forma de
concebir la función jurisdiccional. Luego de años de hegemonía del
interpretativismo en el derecho latinoamericano la reforma fue la consecuencia lógica
de esas ideas. Paradójicamente los interpretativistas latinoamericanos se han
manifestado en contra de la reforma, olvidando sus llamados al “derecho
dialógico”, al “activismo judicial”, y otras consignas con las que habían querido
transformar el derecho.
Aunque reconozco
el peligro de la medida, no puedo más que decir “para estar colgando, es mejor terminarse
caer”, si los interpretativista querían esto, bueno, llegó la hora del sueño
interpretativista en el derecho, y: “que dios nos agarre confesados”.
2. El golpe
judicial a la democracia en Rumanía: luego de la victoria electoral de un
candidato de la “extrema derecha”, el tribunal constitucional de ese país invalidó
las elecciones amparándose en “irregularidades” en campañas comunicativas en
redes sociales.
El mensaje
enviado a la democracia es muy grave, ya no es que solo la estrategia de “cordones
sanitarios contra la extrema derecha”, con la cual grandes poderes se unen para
evitar las victorias democráticas de ciertas posturas políticas, ya es que
directamente demuestran que, aun superando el “cordón sanitario” y ganando las
elecciones no van a poder gobernar y cumplir el mandato popular.
Feliz 2025, mis
mejores deseos, aún en contextos adversos.
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