El multiverso de Gundam me ha atraído desde que leí el
ensayo de Carl Schmitt El nomos de la tierra, antes de esto poco
atractivo le veía, a pesar de que una de sus series, Gundam Wing, fue
transmitida por Televen y su video juego para la SNES contaba con bastante
difusión en salones de juegos locales y en la comunidad de piratas emuladores.
¿Pero cuál fue el cambio luego de leer ese texto del pensador alemán? Reconocer que, el orden social de la tierra no es el mismo del orden del mar, y como el propio autor dejó como hipótesis, tampoco sería el mismo cuando los seres humanos lograran tener el control del cielo, o en el caso de la serie, del Espacio por fuera de la órbita terrestre.
Y así entonces, se despertó el interés con el multiverso
Gundam, ver cómo podría ser el orden social en un mundo de gobiernos terrestres,
colonias espaciales, o, como en el caso de la versión objeto de esta crítica, la
colonia de Marte y su relación con la tierra y la organización militar
encargada de ejercer la soberanía.
El comienzo de la serie nos muestra el orden social, particular y algo alejado del orden que conocemos en la actualidad (aunque para
nada imposible en realidad). Un orden en el que los Estados Nación de la tierra
han desaparecido para organizarse en cinco grandes conglomerados continentales
que tienen instancias administrativas propias sin ejercer realmente soberanía,
que descansa en una organización militar denominada Gallajorn, liderada por los
descendientes de 7 familias que fueron héroes en una guerra de hace 300 años al
eliminar una amenaza espacial de seres mecánicos (nunca explican bien qué son
esos seres mecánicos) con el uso de las armaduras Gundam.
En cuanto a Marte, su territorio está subdivido entre los 5
conglomerados continentales que se encargan de explotar recursos naturales y
usarlo de enclave para vigilancia de las colonias espaciales y el comercio en
el espacio. Aunque existe una élite marciana que representa los intereses de
los conglomerados y de Gallajorn, la mayoría de su población se encuentra en
condiciones de pobreza teniendo muchos jóvenes que firmar contratos laborales con
compañías de seguridad que prestan servicios de protección a comerciantes del espacio
o a las compañías en Marte, son denominados “ratas espaciales”. Y si esta
población la pasa mal, en peor situación se encuentra otra parte de la
población denominados “desechos humanos”, que son niños y niñas esclavizados y
comercializados por piratas espaciales.
Aunque mayoría de niños y adolescentes comparten un bajo
nivel de educación (muchos en analfabetismo) y no conocer la vida por fuera de
la compañía de seguridad, son bastante diversos y tienen personalidades propias.
Desde líderes analíticos e intrépidos, mandos medios idealistas o
utilitaristas, miembros de la tropa más inocentes que otros, otros más alegres
o frugales, etc. Llama la atención la poca corrección política (a dios gracias)
al incluir un personaje que en cada pago que recibían visitaba prostíbulos para
estar con mujeres mientras uno de sus compañeros menores gay tenía atracción y
sentimientos hacia él.
El resto de los personajes siguen bastante el esquema del
resto de series Gundam del Multiverso, es decir, miembros de una familia de
élite, usualmente víctima de las guerras o de enemigos políticos, que están
obsesionados con ideales morales y que quieren ir más allá de la venganza para
alcanzar un estado ideal de las cosas. Pero, el esquema se separó un poco con
el personaje de McGinnis Farris, pues si bien en resto de universos Gundam,
personajes como él habían sufrido en su infancia, lo de este joven es de mucha
mayor gravedad y traumático que el resto, pues al parecer, no es totalmente
afirmado en la serie, pero lo muestran con flashbacks, es un huérfano de la
tierra que sufrió diversos tipos de abusos en las calles, para luego ser explotado
sexualmente en un prostíbulo, y luego ser adoptado por uno de los líderes de Gallajorn, donde también fue víctima de abusos sexuales. Él mismo
confiesa que lo que lo salvó del suicidio, no así de su destino trágico, fue la
lectura, en especial las leyendas del líder fundador de Gallajorn, al que trató
de emular.
En definitiva, luego de ver 5 producciones del multiverso de
Gundam: Gundam 70`, Gundam Wing, Gundam Hathaway y Gundam Unicorn, sin duda esta
se merece el primer puesto, y por tanto se la recomiendo a todos aquellos que
quieran disfrutar este escenario, de un futuro, no del todo descabellado del
orden social del hombre en el espacio fuera de la tierra.
Sangre, sudor y lágrimas (y todo en exceso).
Lo bueno.
1. Vuelve al esquema de Gundam 70` en la que la heroína de
la serie no es el interés amoroso del protagonista.
2. El líder del grupo de niños y adolescentes sufre cada una
de las muertes de sus miembros (muchísimas) y lo acompaña permanentemente la
duda si lo que hacen es correcto. Aunque sigue estando por detrás de Ray
Mustang (de Full Metal Alchemist) en cuánto a capacidades de liderazgo, hay que
reconocerle que no era fácil ser capitán de muchos (Mustang apenas tuvo bajo su
mando directo una docena de hombres).
3. El final, nada feliz, pero realista. Los cambios sociales
se logran muy lentamente.
4. El grupo mafioso de los Turbins, que más que una banda de mafiosos era una familia bastante particular y con un líder con un corazón inmenso. Todo un tema para reflexionar, en una posible sociedad como la que plantea la serie.
https://cuevadelobo.com/iron-blooded-orphans/
5. El costo que tuvo que pagar el protagonista para poder pilotear
su Gundam. De forma muy rápida se degeneró su condición física.
6. El mensaje del niño que pide la baja del grupo para
quedarse en la tierra, seguirse educando y apoyarlos de otras formas diferente
a la militar.
7. El final de McGinnis Farris, pensé: “esto terminará como
Char Aznabel en Gundam 70”. Y tremenda sorpresa el final de este traumado e
idealista personaje.
8. La banda
sonora, sobre todo Raise your Flag de Man with a Mission y Rage of
dust.
Lo malo.
1. Muy pocas cosas para criticar de esta maravillosa serie, pero
un tema, muy personal, me resultaba algo desagradable ver las escenas entre McGinnis
Ferris, de aproximadamente unos veinte y tantos años, con su prometida, una
niña de 12 años hija de una de las siete familias que controlaban Gallajorn.
2. El destino trágico de McGinnis Ferris. No es posible que
llegando hasta dónde llegaste en tu conspiración para reformar Gallajorn, no
tengas un Plan B y te creas el cuento que eres el personaje de la leyenda.
Lo feo.
1. Otra vez el “tipo de la máscara”. Innecesario, “marica ya
no más”.