sábado, 13 de marzo de 2021

Manual de defensa para venezolanos en contra de la xenofobia de Claudia López y el partido Verde.

Ya no queda lugar a dudas que la xenofobia de Claudia López y el Partido Verde contra los venezolanos no se trata de una equivocación involuntaria o un caso aislado. Como ha sido tradición con esta figura pública y ese partido, apelarán a la indignación y a chivos expiatorios, sólo que, en lugar de hacerlo como oposición, en esta oportunidad lo harán como gobierno desde la Alcaldía de Bogotá.

Ahora bien, más allá de caer en la tarea de censor (algo que desapruebo) de las pulsiones o la ética de la alcaldesa, me parece mucho más útil revisar los argumentos “racionales y técnicos” en los que la alcaldesa encubre su odio, de forma que la población venezolana pueda entrar en diálogo con los muchos desinformados o malintencionados que aplauden los sofismas de López.

De más está decir que la primera recomendación del manual para los venezolanos es: aprendan a querer a Colombia, conózcanla, visiten sus museos, conozcan su historia, inviertan en su educación y en actividades productivas, ámenla y demuéstrenle a los xenófobos que la conocen y la quieren más que ellos mismos. Y definitivamente, sáquense de la cabeza la cultura política del rentismo que ha marcado generaciones. Nunca, nunca, pero nunca argumenten, “en Venezuela a los colombianos les daban x o y bienes o servicios gratis”. En lugar de ese tipo de respuestas, lea este manual y fórmese un mejor criterio contra los xenófobos.

 

Lección 1. Conozca las fuentes de financiación pública en Colombia. El Sistema General de Participaciones, Sistema General de Regalías, Recursos propios.

En abril de 2020 la alcaldesa López señaló, en el marco de los desalojos de venezolanos por ausencia de pagos, lo siguiente:

No podemos pagar el arriendo, no se los estamos pagando a los colombianos, menos a los venezolanos, no les podemos pagar eso. Ya les pagamos la comida, ya pagamos el nacimiento, ya pagamos el jardín, ya pagamos la escuela, ya damos empleo. Que pena que lo único que no les podemos cubrir es el arriendo. Y para eso pedimos un poquito de ayuda del gobierno nacional, un peso, al menos uno, porque todas estas cosas las pagan los impuestos de los Bogotanos sin chistar, llevamos años pagando eso, a 450 mil personas de Venezuela. Les pagamos el parto, el nacimiento, la salud, el jardín, la comida, el colegio, y está ciudad les da empleo. Lo único que estamos pidiendo es que, en cuarentena, el gobierno nacional de, aunque sea un peso. (Canal RPTV. En línea: https://www.youtube.com/watch?v=bTDgnDPH2aU , minutos 0:28 a 1:22).

En realidad, dicha afirmación de la alcaldesa, subrayada de “todas estas cosas las pagan los impuestos de los bogotanos sin chistar”, es falsa toda vez que el gobierno nacional a través de las transferencias obligatorias, no condicionadas, del Sistema General de Participaciones financia un porcentaje enorme de los costos en Educación y Salud de las entidades territoriales, Bogotá incluida.

Por ejemplo, para el año 2020, cuando el presupuesto para Educación fue de 3,9 billones y el de Salud 2,7 billones de pesos, el aporte del SGP para educación fue de 2,3 billones - 58% del total y para salud fue 591 mil millones - 21% del total (fuente: SICODIS).

 



En línea: https://sicodis.dnp.gov.co/AspxSGP/DistribucionesSGP.aspx

Por su parte, el sistema general de regalías, que consiste en transferencias de la nación con cierto grado de discrecionalidad, conforme a la aprobación de proyectos de inversión presentados en diversos sectores (entre ellos educación y salud), también ha otorgado recursos a Bogotá. Puede consultar en el portal “Mapa de Inversiones” del Departamento Nacional de Planeación, en línea: https://mapainversionesapp.dnp.gov.co/



 

Finalmente, y para nada menos importante, tenemos los montos invertidos por el Presupuesto General de la Nación Regionalizado. Para el 2020, dichos montos para Bogotá fueron de 4,5 billones de pesos e incluye inversiones en los Sectores de Educación y Salud que con tanta vehemencia López señala que no han recibido “ni un peso de la nación”.



Disponible en:  https://colaboracion.dnp.gov.co/CDT/Inversiones%20y%20finanzas%20pblicas/Regionalizaci%c3%b3n%202020%20-%20Segundo%20debate.pdf

 

Como se puede observar, sólo sumando Presupuesto General de la Nación más Sistema General de Participaciones estamos en presencia de 7,8 billones de pesos. Tenga en cuenta ese número en las subsiguientes lecciones.

 

Lección 2. Ahora vamos a los impuestos. Enséñeles a los hermeneutas de la alcaldesa que no todo es tan básico y tan simple.

Muchas personas se han dado a la tarea de “interpretar” las ofensas de López hacia la población venezolana y hacia la inteligencia de cualquier persona medianamente informada, y posiblemente cuándo usted le explique que las declaraciones de López son falsas le responderá que:

“No es así, dado que los Bogotanos son los que más aportan en términos de impuesto a la renta de personas naturales y jurídicas y en el impuesto al valor agregado. Con lo cual la alcaldesa tiene razón en decir que son los Bogotanos los que le pagan todo a los venezolanos”.

Según datos del año 2019, las personas naturales, difícil saber si todos son Bogotanos, personalmente diría que no, pero sígales la corriente a los hermeneutas, aportan 1,05 billones de pesos en impuesto a la renta. Mientras que las personas jurídicas aportan 8,3 billones de pesos[1].

En este sentido, los “bogotanos”, figura que incluiría personas naturales residentes de Bogotá de otras regiones y personas jurídicas con alojamiento en Bogotá aportarían, por concepto de impuesto a la renta 9,35 billones de pesos.  

 

En cuanto al Impuesto al Valor Agregado IVA, para el 2019 el recaudo fue de 37 billones de pesos en todo el país,  lamentablemente los datos no se encuentran desagregados por entidades territoriales. No obstante, estimando con base en la totalidad de la población bogotana frente al total nacional, es decir 14%, estaríamos hablando de 5,5 billones de pesos. Entendiendo que posiblemente el consumo de los “bogotanos” sea superior al del resto del país, digamos un equivalente al 25% del país, estaríamos hablando de 9,25 billones de pesos.

En este sentido, en definitiva, aceptando el onanismo de los hermeneutas de la Alcaldesa sobre la “bogotaneidad”, Bogotá recibe en transferencias de la nación un 42% de lo “aportado” a la nación en términos de impuestos (nuevamente, recuerde que lo aportado son meras estimaciones, a diferencia de las transferencia y los gastos del Presupuesto General de la Nación en Bogotá).

Vale la pena aclarar nuevamente, que para estas estimaciones sólo se están tomando las transferencias por concepto de SGR e inversiones regionalizadas en Bogotá del Presupuesto General de la Nación. Se excluyó del cálculo las transferencias por conceptos de regalías y gastos de nómina y de funcionamiento de la organización del nivel central nacional que tiene sede en Bogotá, es decir Ministerios, Departamentos Administrativos, etc.

 

Lección 3. ¿Cómo responder al: “los venezolanos obviamente no pagan impuesto a la renta, y tampoco IVA porque sólo consumen bienes exentos la canasta básica”?

No hay que desconocer que entre los hermeneutas de la alcaldesa y en especial del partido verde, se encuentra una que otra persona medianamente informada. Personas cómo estas le dirán que las suposiciones de la lección 2 con las que construimos la “bogotaneidad” “no son falsas”, toda vez que la mayoría de los migrantes venezolanos no pagan renta, por no tener ingresos formales, o en todo caso, no alcanzar el mínimo requerido para comenzar a declarar, y en el caso del IVA tampoco, dado que son unos “aprovechados” que sólo consumen productos de la canasta básica exentos de IVA.

Frente al argumento del impuesto sobre la renta es complejo conocer la cifras de venezolanos declarantes para dar una respuesta. Sin embargo, en cuanto al IVA sí vale la pena señalar que, como venezolano le aclares que usualmente, y Colombia no es la excepción, los productos exentos de IVA de la canasta básica están asociados a patrones culturales de consumo. Así, por sólo citar un ejemplo, uno de los productos preferidos en la dieta de los venezolanos, los espaguetis de trigo, no están exentos de IVA en Colombia, y paga un 5% de IVA.

Posiblemente no satisfecho con la lección, el acólito de la secta le responderá que: “es una cifra insignificante, toda vez que el IVA debería ser de 19% y no sólo del 5%”. Nuevamente tendrás que enseñarle que el mundo no es tan simple, y que las cifras no son para nada insignificantes. Por ejemplo, algunos medios han señalado que las compañías de pastas colombianos “están felices” y han aumentado sus ventas e ingresos gracias al consumo de los venezolanos (El Pulso 2019). Los datos indican que mientras un colombiano consume 3 kilos de pastas al año, el venezolano consume 12 kilos al año, lo que equivale a 4 veces el consumo de los colombianos (El Pulso 2019[2]). Nuevamente realizando estimaciones, estaríamos hablando de compras por 40 mil pesos anuales en pasta por venezolano (en caso que consuma sólo espaguetis de gama baja), pagando cada venezolano dos mil pesos de IVA. En este sentido, sólo los 450,000 mil venezolanos en Bogotá de los que habla la alcaldesa habrían aportado 900 millones de pesos.



 

Lección 4. ¡Si las transferencias en Colombia son injustas, las de la mayoría de los países con forma de Estado de República Unitaria serían una ordalía!

Como vimos anteriormente, tejiendo una compleja red de suposiciones se podría llegar a pensar que la hacienda pública colombiana es injusta con Bogotá, los bogotanos y la alcaldesa bogotana, toda vez que reciben “apenas un 42% de lo aportado en términos de impuestos”.

Así entonces, cuándo los seguidores de la alcaldesa le argumenten esto, además de aclararle los “saltos mortales” en las estimaciones que están haciendo para llegar a esa conclusíon, coméntele que hay países con tendencias mucho más marcadas en garantizar la equidad entre el centro y la periferia. Por ejemplo, sin ir tan lejos, sólo vayamos a la vecina Ecuador.

En este país, Quito recolecta por concepto de Impuesto a la Renta = 2,818,855,659 de dólares, mientras que por concepto de IVA 3,440,100,587 (Servicios de Rentas Internas del Ecuador 2018). En transferencias del PGN y “otras” recibe 369,098,166 (Informe de la Liquidación Presupuestaria. Municipio Metropolitano de Quito 2018). En este sentido Quito, los quiteños y el alcalde o alcaldesa quiteño sólo reciben 5% de lo recogido por dicha población.

Una tendencia semejante se observa en España y en cualquier país que medianamente tenga autoridades y gobiernos con un mínimo de sentido común y entiendan que en la capital de la nación se destina buena parte del gasto público y la inversión por el simple hecho de ser la capital, no por otro atractivo particular.

 

Lección 5. El misterio del “a los venezolanos todo se les ofrece”.

Está haciendo carrera una frase entre los seguidores de la alcaldesa, y es “a los venezolanos se les da todo” o como ella misma dijo “todo se les ofrece, ¿qué garantías tenemos los colombianos?”[3].  

Simplemente pregúnteles ¿qué es el “todo se les ofrece que no se les ofrece a los colombianos”?  Aún no he encontrado el primero que me responda. Si encuentran alguna respuesta, recibo comentarios con atención.

 

Lección 6. No acepte condescendencia de los seguidores verdes de “buen corazón”.

Lo más probable es que te encuentres con personas condescendientes entre el partido verde que critiquen “la forma, pero no el fondo de las declaraciones de la alcaldesa”. Por citar un ejemplo, la Congresista Juanita Gobertus:



Como vemos, hay una crítica hacia la forma, sin embargo, señala que se “requiere garantizar los recursos”, cayendo nuevamente el sofisma sobre los fondos de financiamiento que hemos tratado de manera extensa en las 4 lecciones anteriores. Desconoce también, que los recursos de cooperación internacional que ha recibido Colombia para la atención de los Migrantes Venezolanos en Colombia, ha sido de 75 millones de dólares (35 aportados por los Estados Unidos y 40 por otra serie de países[4]), una cifra muy cercana a las donaciones de cooperación internacional para el cumplimiento de los acuerdos de paz que creo que está entre los 80 y 90 millones de dólares en estos últimos años.

 

Lección 7. El chapulín colorado no está en la rama judicial, está en la movilización, el activismo y el control vertical.

Algunas personas trataron de hacer valer el derecho a la dignidad de los venezolanos tras las declaraciones de la alcaldesa mediante la acción de tutela. Recibieron respuesta negativa a la demanda. Y aunque no se debería cerrar dicha vía, es mucho más importante la organización cívica, política y electoral para exigir representación de sus intereses en los diversos ámbitos, el nacional y el local.

Y en el caso de los colombo – venezolanos, sin lugar a duda ejercer de una forma más contundente el control vertical de los funcionarios de elección popular a través del voto, castigando de una vez por todas, y más allá del “miedo a los extremos”, a la alcaldesa Claudia López y su partido político, el Partido Verde quienes no han activado su comité de ética para revisar las conductas y actividades de la alcaldesa.

Quizá la inactividad el partido verde se deba a que en realidad la alcaldesa cumple el código de ética en el sentido del artículo 1 literal b que dice:

b) Propiciar cambios en la manera de hacer política en nuestro país.

Y en efecto están logrando cambiar la política del país, introduciendo un clivaje que no se había conocido hasta ahora en Colombia, el del “nacionalismo vs pluralismo”.

 

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