lunes, 15 de febrero de 2021

La serie Pa` quererte, una buena crítica de género.

Escuchando una radio local de Valledupar, unos comunicadores sociales analizaban la sintonía de los canales de tv nacionales. Señalaron que los programas más sintonizados en la franja nocturna correspondían a telenovelas que ya cumplen 20 años de su lanzamiento, mientras que series de lanzamiento reciente como Pa` quererte no ocupaban los primeros lugares. Explicaban los comunicadores que, entre las posibles causas que explican estos resultados se encuentre la curiosidad de los jóvenes por conocer producciones que marcaron la época de sus padres y familiares, o de éstos últimos buscando la nostalgia pasada.

Personalmente me sorprendieron las cifras. La serie Pa`quererte, que he disfrutado desde su estreno hace ya un año, me ha parecido cargada de un contenido fresco y una crítica positiva a los roles de género.



Tomada de: https://www.canalrcn.com/pa-quererte/ , 15 de febrero de 2021.

 

La serie gira en torno a la relación de cuatro padres con sus hijos y los sacrificios que implican la “crianza”[1] de los mismo (principalmente hijas, sólo uno de los padres tiene un hijo). En ella encontramos una propuesta atrevida en torno a los roles de género, por ejemplo, Mauricio Reyna (interpretado por Sebastián Martínez) es un diseñador de ropa interior, al que se le da mucho mejor la costura que otros “roles masculinos tradicionales”, mientras que la joven con la que sostiene una relación Dany Daza (Juliette Pardau), es una tecnóloga en mecánica que ha tenido dificultades para ejercer su profesión por la discriminación de género. Pareciera que, por la necesidad de ambos, Mauricio por estar en la quiebra con una niña de unos 8 años que acaba de conocer y Dany por haber perdidos sus ahorros para migrar del país, comienzan a tener una relación amorosa luego de años de una simple relación laboral y de amistad.

También es un ejemplo el caso de Azucena, una joven madre soltera, que tiene una relación amorosa por iniciativa propia con Octavio, un hombre de tercera edad, con problemas económicos y quien desde hace años sólo compartía techo, mas no lecho, con la madre de su hija (una joven de la edad de Azucena) quien había dejado de sentir deseo por Octavio.

Los otros dos padres son Jorge y Antonio, vecinos quienes tienen dos hijas adolescentes compañeras de Colegio. Jorge fue víctima de adulterio y se enfrenta al reto de hacerle entender a su hija que su madre no es una mala persona y que es posible que conserven su matrimonio, algo a lo que su hija se opone rotundamente. Por su parte Antonio, no logró superar que su esposa se convirtiera en la “proveedora” del hogar y en lugar de llegar a un acuerdo de pareja generó una situación de anomia en la familia, llevándolo al divorcio, y una vez arrepentido de sus malas acciones, no pudo pedirle disculpas a su ex esposa, pues ella falleció en un accidente de autos.

Como señalé en la descripción de la serie, no se trata sólo de la relación entre padres e hijas, sino de los sacrificios que los primeros deben hacer por el bienestar de las últimas. Por ejemplo, Mauricio ha tenido que realizar toda clase de trabajos, a los cuáles no estaba acostumbrado, para poder brindar unas condiciones mínimas de bienestar a su pequeña hija de 8 años. Antonio, a pesar de sus problemas matrimoniales, teniendo la oportunidad de mantener una relación extramatrimonial, el compromiso con su familia lo hizo declinar de esa oportunidad. Jorge debe acompañar el embarazo de su hija adolescente. Y finalmente Octavio debe convivir con su nueva y joven pareja, junto a su ex esposa quien les ha tendido la mano ante la necesidad económica y el advenimiento de dos nuevos niños.

La serie se introduce en estos temas complejos y unas reflexiones que, por realistas, rayan en lo “políticamente incorrecto” para el actual contexto de la tiranía “emocrática”. Por ejemplo, el único niño de la serie, Jerónimo ha tenido diferencias con algunas actitudes de su padre Antonio, por tratar de inducirlo a realizar actividades extracurriculares de “varones”, como el fútbol, en lugar de otras. Sin embargo, el mismo Jerónimo ante la necesidad de defender el honor de su hermana por los vejámenes a los que fue sometida por parte de un compañero de clases mayor que él, no dudó en irse a los golpes y le agradeció a su padre “enseñarle a defender a su hermana”.

 

Quizá sea precisamente por la novedad y lo atrevida de la serie que no haya logrado capturar mayor audiencia, pues la serie gira en torno a los padres, y quizá genere algo de rechazo en las principales consumidores de telenovelas, es decir, las mujeres.

 

Independientemente de esto, recomiendo la serie y ojalá jóvenes escritores y productores nos sorprendan con este tipo de contenidos.

 

Posdata: Grata sorpresa la de Juliette Pardau en el papel de Dany. No sólo por la difícil tarea del aprehender el acento bogotano, los modismos y gestos, sino por representar de una manera realista la complejidad de las mujeres en las relaciones de pareja, tanto en lo positivo, como en lo negativo.



[1] Entiendo que el término crianza puede ser problemático. Pero no creo que exista otra nueva palabra para describir esa compleja relación que existe entre padres e hijos.

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