Antes de entrar en el contenido de este
blog debo agradecer a tecnócratas como Andrés Vecino, Mario Fernando Cruz,
Daniel Gómez y Alejandro Gaviria, quienes se han mantenido dando argumentos y
datos valiosos sobre las grandes reformas sociales desde diversos espacios, y
en especial como voceros de la sociedad civil. De hecho, parece claro que, de
lograr detenerse las reformas sociales propuestas por el gobierno Petro, en
buena parte será gracias a sus valiosos aportes, trabajo y esfuerzo.
También advierto que no soy para nada experto
en los temas de las grandes reformas sociales, y que no dudo en hacerles
preguntas a estos valiosos tecnócratas para entender mejor los temas, siempre
responden de forma amable y clara.
No obstante, no deja causarme impresión
alguno de los argumentos contradictorios usados en el debate de defensa de la
reforma a la salud, citaré dos en este blog.
Analogía entre mejores hospitales -
mejor sistema de salud.
Durante todo 2023 uno de los argumentos usados
para la defensa del sistema de salud en Colombia ha sido el que muchos hospitales
colombianos se encuentran entre los mejores en los tops de la región
latinoamericana, de hecho, del top 10, 5 son colombianos.
Tomado
de: https://x.com/mfcruzv/status/1668368446411636738?s=20
Sin duda es posible que este resultado sea
un indicador de estar haciendo las cosas bien, no obstante, resulta paradójico que,
si hiciésemos una comparación semejante a nivel mundial, del top 10 de los
mejores hospitales a nivel mundial, 5 estén ubicados en Estados Unidos de Norteamérica,
y a pesar de ello, tecnócratas como Alejandro Gaviria no duden en señalar que
el Sistema de Salud de los Estados Unidos es “de los peores del mundo y que no
es un ejemplo para Colombia”. Entonces ¿por qué para Colombia es un indicador
positivo y para Estados Unidos no?
Entiendo que la diferencia puede que se
encuentre en que las personas en condición de pobreza en Colombia tienen acceso
a tratamientos en esto centros médicos, algo que quizá no ocurra en Estados
Unidos, pero aun así no deja de ser un argumento contradictorio.
La analogía Chapulín Colorado. Sin la
tutela: “¡oh, y ahora quién podrá defenderme!”.
Muchas voz, tinta y digitación han
invertido los tecnócratas en explicar la complejidad del sistema de salud y en
especial el esquema de aseguramiento en salud, demostrando con cifras, datos e
indicadores que el sistema hace mucho, con muy buena calidad y con muy pocos
recursos.
De forma resumida, el sistema de
aseguramiento funcionaría a través de las EPS que se encargarían de reunir pacientes
en especies de bloques y paquetes de servicios, según su historia médica, lugar
de residencia, etc., negociando con las IPS la prestación de los servicios a un
mejor costo, básicamente aprovechando la economía de escala. En esta función algunos
pacientes, aquellos que requieran tratamientos con menos riesgo para la vida,
posiblemente no sean priorizados en la prestación del servicio y son dejado en “colas
o listas de espera”, lo cual es normal en la misma lógica del sistema. Este es
el precio a pagar por un sistema con buenos indicadores de calidad y servicios
a nivel mundial.
Pero, para variar, y como sucede en muchos
otros servicios administrativos y judiciales, hay un Chapulín Colorado que
permite evadir la “cola o lista de espera”, además de hacer posible “caprichos”
que no hacen parte de los tratamientos del plan básico en salud ofrecido por el
sistema, este Chapulín es la tutela colombiana.
El Chapulín colombiano en lugar de tomar
pastillas “chiquitilinas” toma pastillas “gigantilinas” y no tiene límite
alguno en aprobar, sin criterio alguno, tratamientos, transporte, alojamiento y
pare usted de contar, cualquier gasto, por fuera el Plan Básico en Salud (gastos
No PBS). Esto ha sido identificado, reconocido y explicado por la mayoría de
tecnócratas, en muchos casos pidiendo un debate serio de control al gasto
público aprobado mediante tutelas, como Alejandro Gaviria y Andrés Vecino.
Uribenomics. Libro de Alejandro
Gaviria donde hace un llamado al control de gasto público aprobado mediante
tutelas.
Pero, a pesar de esto, algunos tecnócratas
como Rudolf Hommes o periodistas liberales tienen como argumento contra la
actual reforma a la salud que “no está claro ante quién se deben interponer las
tutelas para acceder a los servicios a la salud”.
No me queda claro que mensaje se trata de enviar con esto, pero me atrevería a decir:
1. El sistema actual está hecho para no servir con normalidad y ser saboteado por las tutelas.
2. El sistema actual está hecho para que algunos se salten la fila de espera.
3. El sistema actual está hecho para que algunos reciban privilegios por fuera del plan PBS.
Conclusiones.
Nuevamente reitero mi sincero aprecio y
respeto por el trabajo de los tecnócratas. También entiendo que es posible que
ante la degeneración total del debate por parte de los defensores de la reforma
a la salud toque realizar este tipo de argumentos contradictorios, pero
considero que no es la mejor forma de sostener el debate, sobre todo para el
largo plazo.
Es muy probable que los liberales y
tecnócratas logren derrotar tarde o temprano las posturas radicales del
gobierno, pero con este tipo de argumentos contradictorios, el éxito será solo
en el corto plazo, posiblemente sirviendo esos mismos argumentos para la
reacción de los radicales a mediano y largo plazo.